Cuando ayudo a los demás, me ayudo a mi mismo

En el colegio es costumbre que cuando se acercan las fiestas de Navidad los alumnos visiten una residencia de ancianos. Cantan algunos villancicos, hacen un rato de compañía y ayudan a servir la comida. Al regresar al colegio, en el autobús se inicia esta conversación:

- La verdad es que no ha estado mal, hasta me lo he pasado bien y además hemos ayudado un poco.
- Pues yo no se si he ayudado o no, pero a mi se me ha ayudado mucho.
- ¿Cómo que te ha ayudado a ti?
- Si, cuando estaba allí hablando con los ancianos me he dado cuenta del poco caso que le hago a mis abuelos, y cuando llegue a casa les voy a llamar para irme el fin de semana con ellos. Así que esta visita me ha ayudado a mí más que a ellos.

Es importante que desde chicos los niños se pongan en contacto con la realidad, que vean que hay gente que pasa necesidad, a veces necesidades materiales y otras que necesitan un poco de compañía. Cuando ven los que los demás no tienen, entonces valoran lo que tienen y aprenden a compartir, a darse.

Comentarios