Hermanos mayores

Hace años me contaron una anécdota que ocurrió en un barrio pobre de una ciudad. Dos señoras vieron a dos niños mal vestidos y sucios. Se notaba que eran hermanos. En las bolsas de la compra llevaban leche, y se la ofrecieron a los niños. El mayor cogió la botella, le dio las gracias a las señoras y se sentó con su hermano a beberla.

- Primero bebo yo, que soy el mayor. Se lleva la botella a los labios y hace como si está un rato bebiendo, pero en verdad tenía los labios cerrados, no probó ni gota. Se la pasa a su hermano.

- Ahora bebe tú, pero sin pasarte, que es para los dos.

Así todo el rato hasta que al final el hermano pequeño se bebió, sin saberlo, la botella él solo.

Muchas veces, los hermanos mayores, sin saberlo y sin darle importancia, hacen grandes sacrificios para cuidar de sus hermanos más pequeños. Se sienten protectores, a veces sin reconocerlo, incluso poniendo mala cara, como si les costase estar pendientes de ellos, aunque en verdad, no pueden quitarle el ojo de encima. Una misión fundamental de los padres es enseñar a los hermanos a quererse entre sí, a cuidarse mutuamente, a darse.

Este vídeo es el anuncio de una conocida marca, Heinz Beanz. Plasma muy gráficamente dicho.

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