El secreto: Pensar en los demás

Pablo ha ido de campamento con varios amigos de su clase. Al segundo día estaba  un poco triste y lloroso. El monitor que se encargaba de su grupo le preguntó qué le pasaba, que si se lo estaba pasando mal o se había peleado con alguien. Pablo respondió que no, que se lo estaba pasando muy bien y que no se había peleado, lo que pasaba era que echaba de menos a su madre. El monitor le dijo que había un remedio para eso, pero que era algo costoso, que tendría que poner esfuerzo. Si estaba dispuesto, le diría el secreto. Pablo dijo que si, que haría lo que hiciera falta.

- Bien, el secreto es pasarte el día entero haciendo cosas por los demás. Tienes que no pensar en tí y pensar en los demás, procurar que todos se lo pasen bien. Si haces esto, no estarás triste.

Al día siguiente Pablo tenía otra cara, estaba riendo y jugando con sus amigos. El monitor le preguntó que si había hecho lo que acordaron y Pablo respondió:

- Sí, es muy cansado, pero estoy muy contento, además, creo que le has dicho lo mismo a los otros, porque también están intentando que me lo pase bien, así que no paramos de reírnos. He hablado con mi madre por teléfono y se lo he contado, se ha puesto muy contenta y me ha dicho que siga así. Cuando llegue a casa voy a hacer lo mismo con mi hermano pequeño, así empezaremos a llevarnos bien.

La mayoría de las veces, cuando estamos tristes es porque nos centramos en nosotros mismos y nos olvidamos de los que tenemos alrededor.

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