Una de las capacidades más importante que tienen los niños es la capacidad de soñar, de tener ilusiones, de buscar continuamente nuevos retos. A veces los adultos dejamos de soñar, los agobios del día, las mil y una cosas que tenemos en la cabeza nos hacen centrarnos demasiado en lo que vemos, perdiendo la visión de lo que no vemos. Tenemos que soñar, y saber alimentar los sueños de los más pequeños, dejarles crecer a su ritmo, animándoles a tener metas altas, a superar los obstáculos a buscar cada día nuevos retos a los que enfrentarse y salir vencedores.
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