¡Se quejan los que no las hacen!

Está terminando la clase, el profesor le dice a los alumnos que saquen la agenda, que tienen que apuntar la tarea para el día siguiente, se oye un cierto murmullo de queja de algunos. Uno de ellos, exclama en voz alta, como salido del alma:

- ¡Siempre se quejan los que no las hacen!

Y es verdad, muchas veces las quejas por el trabajo no vienen de los que hace sus tareas, de los que cumplen sus obligaciones, sino que vienen de los que no las hacen, la queja es algo así como una justificación para no hacer el trabajo.

Personalmente, desde ese día, antes de quejarme por algo, me pararé a pensar si mi queja está justificada por el exceso de trabajo, o por el exceso de pereza y autocompasión.

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