Todo es cuestión de actitud....

Hoy en la sala de profesores comentábamos las distintas formas de entrar de los alumnos en el colegio. Los mayores llegan pesarosos, como arrastrando los pies, cara de dormidos, quizá pensando en todas las horas de clases que les esperan. En cambio, los pequeños entran corriendo, atropellando a todos los que están a su alrededor con sus mochilas de ruedas, sonrientes, buscando a sus amigos para ponerlos al día de las últimas noticias.

Son distintas actitudes ante la vida, el que va arrastrándose, dejándose llevar, y el que entra con ilusión, con ganas de aprender, de disfrutar de la vida.

Cada día, al levantarnos tenemos que elegir con que actitud vamos a enfrentarnos al día. Si vamos a dejarnos llevar por las manecillas del reloj, de manera que dejemos pasar el tiempo, o si vamos a intentar poner nuestro granito, para que el día sea alegre para nosotros y para los que nos rodean. Todo es cuestión de con que actitud decidamos enfrentarnos al día.

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