"Se cuenta que en una tribu, cuando los niños dejan de ser niños y pasan a ser adultos, tienen que pasar una prueba. Los dejan solos en la selva, con los ojos vendados y un machete en la mano. Si aguantan toda la noche sin quitarse la venda, entonces se consideran adultos. Cuando el niño se quedaba solo, empezaba a oír ruidos, pisadas, etc., daba machetazos al aire, pero aguantaba sin quitarse la venda. Por la mañana, cuando le daba el primer rayo de sol, se quitaba la venda que le cubría los ojos, y lo primera que veía, es que no se había quedado solo, que estaba su padre enfrente con otro machete más grande, preparado para defender a su hijo de cualquier posible ataque. La principal enseñanza es que debemos confiar en los demás y que nuestra familia no nos deja solos".
Cuando el profesor terminó de contar la historia, Enrique dijo en alto para que todos lo oyeran "Ese es mi padre, siempre está cuidando de mí".
Para un niño sus padres son héroes, que siempre están cerca para protegerles, cuidarles, quererles. Los padres y los profesores debemos ser ejemplos para nuestros hijos/alumnos, porque somos modelos a imitar. En clase siempre sale el "mi madre dice que......." y en casa "el profe dice que.......". Esta responsabilidad es tan grande, que cada día debemos luchar por ser un poco mejores, por que nos vean alegres, optimistas, con afán de superarnos, de dar cada día lo mejor de nosotros mismos.
Comentarios
Publicar un comentario