Esto sale entre todos....

Recién comenzado el curso, un niño encuentra en el patio de juegos una moneda de diez céntimos. Se la enseña al profesor que está vigilando esa zona:

- Mire profe, me he encontrado diez céntimos.

- Y, ¿qué vas a hacer con ellos? ¿cuántas chuches te puedes comprar?

- No profe, no es para chuches, esto va a la hucha.

- Muy buena idea, así aprendes a ahorrar y puedes comprarte una cosa que valga más cuando tengas la hucha llena.

- No, tenemos en casa una hucha que llenamos entre todos, es para pagar la hipoteca. Dice mi padre que cuando esté llena, iremos al banco y se la daremos, y así la casa será nuestra.

Cada día podemos aprender de la generosidad de los niños, que aunque a veces puedan parecer un poco egoistas, en verdad son los primeros que están dispuesto a arrimar el hombro, de acuerdo a sus posibilidades, cuando hay que hacerlo. Hay que enseñarles desde muy chicos que la casa es de ellos, y que tienen que participar en su cuidado, en el orden, en la limpieza. Educar en la generosidad, es educar en la alegría, por que el que está pendiente de ayudar a los demás en sus problemas, no se para a pensar en los problemas propios.

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